Desde el momento que llegué a conocer la escuela de Aeroclub supe que mis sueños empezarían a hacerse realidad allí, cada día que estuve en escuela de tierra y cada uno de mis vuelos fueron una experiencia única y maravillosa, desde el primer vuelo hasta el último. Agradezco todo lo que aprendí y crecí como profesional y persona en Aeroclub, a mis instructores, personal de tierra y equipo de mantenimiento, ya que de cada uno me llevé una enseñanza y me guiaron a ser quien soy. Ahora que inicié mi labor como primer oficial me llena de gratitud el alma ver la escuela y saber que algún día lo soñé y hoy lo estoy logrando gracias a las bases que recibí en Aeroclub de Colombia.